Hace más de un mes que empezó y desde entonces sucede casi cada noche.
Esta semana he vuelto a soñar con un mundo sin sol y a la intemperie. La arrogancia y los escrúpulos –que también son los míos– iban en un barco y querían bajar a tierra firme, allí donde estamos amenazados por la pérdida de sentido común. Seguí soñando con los niños de la guerra, niños de una guerra que siempre es la misma y de una ciudad que es bombardeada todos los días y donde también había héroes y traidores, hombres y mujeres valientes. Quise despertar pero no pude, me hundía en el mismo sueño y lloraba. También yo era un niño y quería apagar mis sentidos, borrar todo instante que fue la última oportunidad para cruzar una puerta, embarcarse y amar.
Luego me despierto con una lágrima atrapada en las pestañas.
Por eso duermo tan poco.
La fina línea entre la solidaridad y la antipolítica
Hace 3 horas
6 comentarios:
Yo siento que no duerme hace mucho tiempo creo que ya olvidé cuando dejé de dormir
buena entrada
Cuando yo me despierto con lágrimas en los ojos me golpeo con la realidad.
Buen texto.
entrada triste y angustiosa(si te sirve de consuelo yo llevo casi cuatro años durmiendo poco y mal pero pienso que solo puedo ir a mejor)
un saludo
Lagrimas atrapadas...
déjalas salir! Son la expresión de que estamos vivos y que todavía larealidad nos golea fuerte y podemos hacer algo con ella
Como dice Stéphane Hessel
"Le motif de la résistance, c´est l´indignation"
"Los sueños, sueños son"
Quizá deberíamos reservar nuestras lágrimas para la realidad de los despertares. Qué difícil.
Es muy hermosa tu entradas, algunas culturas decían que dentro del sueño estaba la vida, saludos
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